Una nueva propuesta que pretende ubicar los asientos de los aviones de una forma muy similar a la vista en autobuses y otros medios de locomoción terrestre con el objeto de abaratar costes y ampliar el número de plazas disponibles. La medida, que ha levantado un lógico revuelo, estaría destinado a vuelos de entre 30 y 80 minutos, y recuerda poderosamente a la disposición característica que adoptan los militares antes de saltar en paracaídas: cara a cara y en hileras, una idea que no ha gustado por la completa supresión de la comodidad y el confort.
Los promotores aluden a los mismo militares y a determinados jets privados como ejemplo de que la propuesta es factible. Habrá que esperar a ver en qué queda la cosa, pero lo que es a nosotros nos parece verdaderamente deprimente viajar en un avión así...
Fuente: Diariodelviajero
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